Ruta del Agua de Rojales – Cicloturismo en la Vega Baja

Un recorrido entre acequias milenarias, historia viva y agricultura con alma.

La Vega Baja del Segura es mucho más que huerta. Es una red de memoria, gestión comunitaria del agua y resistencia agrícola. Esta ruta, documentada por José Antonio Gómiz, de Funbici.org, explora el corazón histórico y sentimental del regadío tradicional de Rojales, una joya poco conocida del sur valenciano que merece ser recorrida con calma, atención… y respeto.

A lo largo de esta jornada tuvimos el privilegio de escuchar testimonios que no solo narran el territorio, sino que lo sostienen. Y todo comenzó en un lugar muy especial: Rojales.

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Crónica

Museo de la Huerta: punto de inicio y bienvenida

La jornada arrancó desde el Museo de la Huerta, espacio clave para entender la identidad del municipio. Allí nos reencontramos con Francisco Mora, síndico de la histórica acequia de la Alcudia. Su testimonio nos abrió los ojos a una realidad que suele pasar desapercibida:

“Rojales sigue funcionando con una red de riego milenaria heredada de la época andalusí. Regamos por gravedad, con acequias abiertas. Eso ahorra energía y es medioambientalmente impecable. Pero está en peligro. Cada vez hay más presiones para taparlas o entubarlas.”

Fran nos recordó que muchas de estas infraestructuras son anteriores al trasvase Tajo-Segura, y que sostienen una agricultura sostenible, aún viva en la comarca.

Punto de toma y reunión con Eduardo de Gea: el valor legal del agua

Desde allí, accedimos al punto de toma de agua del río Segura, donde las compuertas separan el caudal hacia las principales acequias: La Comuna, Los Frailes, Los Huertos y la Alcudia. Allí nos esperaba Eduardo de Gea, representante del Juzgado de Aguas de Rojales, que nos explicó cómo se gestiona y administra el uso del agua mediante estructuras que hunden sus raíces en el derecho islámico.

“Aquí, el alcalde es también juez de aguas. Este es un órgano que tiene siglos de historia y funciona por consenso de los regantes.”

La visita al azud de Rojales fue tan didáctica como emocionante: una muestra viva de ingeniería hidráulica tradicional aún en uso. Homenaje huertano y acequias vivas.

El siguiente tramo nos llevó hasta las esculturas de Omar López en homenaje a los huertanos y desde allí acompañamos el curso de la acequia de Los Frailes, uno de los ramales más antiguos del municipio.

Dejamos atrás la población de Rojales para dirigirnos, siempre acompañados de bancales regados por la acequia de Los Frailes, a la Inquisición, una finca repleta de patrimonio histórico que relataremos después.

Cruzamos el río Segura y fue imposible ignorar el problema persistente de residuos flotantes, una escena que habla del abandono institucional en el mantenimiento del cauce.

La Inquisición: un viaje al pasado de Rojales y la Vega Baja

Nuestra siguiente parada fue uno de los momentos más especiales: la finca conocida como La Inquisición, donde nos esperaba Marta Ruz, investigadora local y apasionada narradora del territorio.

“Esta tierra la compró mi bisabuelo a los Condes de Pinohermoso. Aquí había restos de almazaras, fortalezas, e incluso de épocas islámicas. Hasta restos humanos hemos encontrado. Todo esto forma parte de la historia no contada de Rojales.”

Marta también realiza rutas guiadas desde su proyecto Rojales Misterioso, donde combina arqueología, leyendas y memoria popular.

Cauce original del Segura y patrimonio industrial

La ruta continuó por la mota del río Segura, accediendo al ramal originario del cauce, más bajo que el actual. Es impresionante ver cómo los antiguos habitantes, musulmanes, elevaron el río para regar por gravedad. Este tramo es un museo al aire libre de patrimonio industrial: antiguos molinos, azudes y puentes metálicos aún visibles. Además, la ribera está siendo restaurada con vegetación autóctona, lo que refuerza su valor ecológico.

Agricultor tradicional: un oficio en extinción

La última parada antes de la comida fue en la finca de un joven agricultor de los pocos que aún cultivan la tierra según métodos tradicionales. Héctor Hernández, junto con su familia originaria de Guardamar, sigue regando por tandas, sin goteo ni automatismos a través de su empresa, Los Fardatxos.

“En toda la Vega Baja quedamos cuatro o cinco familias como la mía. Aquí el regadío no es negocio, es filosofía de vida.”

Su testimonio fue uno de los más poderosos de la jornada. Su oficio, transmitido de generación en generación, es hoy una rareza… pero también esperanza.

La visita a La Inquisición se encuentra fuera de la ruta, pero puedes contactar con Marta a través de su web: https://www.rojalesmisterioso.com/

Cierre: comida en el Asador Paco

Como no podía ser de otra manera, la jornada terminó con una comida de grupo en el Restaurante Paco de Rojales. Un menú abundante, con excelente producto local y una relación calidad-precio mejor que buena! Una manera perfecta de cerrar una ruta que, más allá de los kilómetros, nos hizo pedalear por siglos de historia viva de Rojales y su hermana Guardamar.

¡Esperamos que os haya gustado tanto como a nosotr@s! Feliz ruta 🙂

Puedes seguir esta ruta a través de nuestro MAPA DE RUTAS (ruta circular color fucsia entre Rojales y Guardamar):

• Ruta en Wikiloc: https://es.wikiloc.com/rutas-cicloturismo/ruta-del-agua-rojales-guardamar-217821358
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